Muchas veces escuché sobre correr y en la gran mayoría de las ocasiones ni le di importancia. No fue hasta hace cuatro años que decidí darme la oportunidad de intentarlo.
Al principio era toda una tortura. ¡Qué aburrido! – me llegué a decir en infidad de veces. Mi paso era lento y quizás en mi desespero por comenzar a correr, menospreciaba el esfuerzo que conlleva este deporte.
Recuerdo al principio, cuando ya llevaba un tiempo caminado, el día que decidí lanzarme a correr mis primeros 5 minutos de trote sin parar. ¡Se sintió increíble! Fue en ese momento que sucedió, me enamoré del “running” y de todo lo que mi cuerpo es capaz de hacer.
Al inicio no tenía ni la más mínima habilidad, pero a medida pasaba el tiempo lograba incrementar la distancia del trote. Mientras esto sucedía, empecé a conocer muchas personas que tenían mi mismo interés por correr. Todas con historias increíbles gracias a este deporte.
Por ejemplo, supe de una persona que logró vencer la obesidad mórbida perdiendo cientos de libras, de otra que pudo reducir gran cantidad de condiciones y eliminar muchos medicamentos. Asimismo, conocí de quiene pudieron hacer frente a enfermedades tan terribles como el cáncer.
Estas experiencias me llevaron a concluir que el deporte de correr es para todos y se compone de una diversidad de personas. Además permite unir jóvenes con personas mayores, gente de toda clase social y nivel económico. La misma es una gran comunidad, donde cada persona establece sus límites y hasta dónde quiere llegar.
En vísperas de concluir el 2018 y dar paso a un nuevo año, te invito a intentar el running. Podrás ver como eres capaz de vencer tus propias marcas una y otra vez. No se necesita mucho para correr, sólo tus piernas, motivación y corazón. Lo demás lo lograrás en el camino, porque correr es para todos.
Artículo por: Ana I. Castro
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